Pese a las alentadoras noticias respecto a la posible vacuna contra el COVID-19, hasta los pronósticos más optimistas reconocen que medidas como el distanciamiento social y estrictos protocolos de higiene deberán seguir vigentes por varios meses.
Los médicos oftalmólogos, como trabajadores de la salud, son uno de los mayores grupos de riesgo. Por eso, distintos equipamientos ya permiten que un profesional atienda a un paciente de modo presencial y de manera segura para ambos.
Puede ser manejado desde un sistema remoto, manteniendo la distancia necesaria con los pacientes sin dejar de lograr imágenes de calidad y llevar a cabo pruebas más sencillas. Estas cualidades se suman a sus características para el diagnóstico y tratamiento de las patologías oculares.
Un equipo todo en uno que ofrece OCT, retinógrafo y PC, además de la mejor tecnología y un software para ver los resultados de los análisis a distancia.
Aunque la consulta inicial del paciente se realiza personalmente, su sistema permite no solo visualizar los estudios, sino almacenarlos y conectarse de manera remota al servidor de la clínica o consultorio. De este modo, el profesional puede hacer un seguimiento de diagnósticos y tratamientos.
Con una tecnología de última generación para la captación de imágenes retinianas, los tres presentan diseños que brindan comodidad velocidad y eficiencia. Pero no solo eso: junto con esas ventajas, estos dispositivos otorgan la posibilidad de ver y documentar la retina minimizando la interacción cara a cara con el paciente.